35°. Casados: keep out!
Estoy por hacerme una remera que diga:
“Casados, keep out!”. Tengo un imán para los casados, en pareja, comprometidos
y todas las formas que adopte el “no estar disponible” ¡¿Nunca uno soltero,
será de Dios...?!
No soy ninguna santa, y si leyeron mi libro
sabrán a qué me refiero. Por eso no puedo decir si está bien o mal, solo que últimamente,
la mayoría de los tipos que se me acercan están ocupados. Me acuerdo de uno que
ante mi rechazo, trataba de convencerme culpando a mi mente estrecha por no
ayudarlo a meterle los cuernos a su mujer. Me decía: tenés que ser más “open
mind”…
En fin, más allá de mi mala suerte (¿o será
algo que emano?) acá lo que me hace ruido es la acción. Y ojo, que los cuernos no
son un terreno exclusivamente masculino. Las encuestas afirman que las mujeres
son tan infieles como los hombres. ¿Por qué la gente es infiel? Creo que es la
pregunta del millón y no tiene una única causa / respuesta.
La infidelidad implica el rompimiento de un
pacto, de la promesa de la monogamia. Si removiéramos esa promesa de la
ecuación “pareja”, no existiría la infidelidad. Pero para el 90% de las
parejas, este compromiso existe y es casi imprescindible. Llevando la idea más
al extremo, si no hubiera “pareja”, no habría pacto, ergo, no existiría la
infidelidad. Una idea descabellada. Es un instinto básico del ser humano
enamorarse/emparejarse para la supervivencia de la especie.
Lo “social” no instintivo (una construcción
que varía de cultura en cultura) es la idea de que el amor tiene que durar
“hasta que la muerte nos separe”. Y que amor y sexo tienen que ir de la mano.
No existe una regla (real) que obligue a las
parejas a permanecer juntas por 50 años. Puede suceder (y conozco casos de
éxito!) pero no es a priori, o al menos no debería serlo. Que una pareja siga
unida debería estar regido por el amor que se tienen hoy, por el laburo que le
meten a la pareja para que siga creciendo, porque se eligen mutuamente cada
día.
Razonamientos que escucho de hombres y
mujeres en pareja: seguimos juntos por los hijos, para que no sufran y tengan
un hogar unido; la pasión/amor se apagó pero es mi mejor compañero/a y hacemos
un buen equipo; si me separo dejo de ver a mis hijos todos los días; ¿cómo me
mantengo económicamente si me separo?; no lo/a amo, pero la quiero, me
acostumbré; ¿soltera/o a mi edad?; no creo en el divorcio; y muchas más.
No soy quien para hacer un juicio de valor
sobre lo anterior, o intentar refutarlo. Cada uno elige la forma de pareja que
más le gusta. El tema es la demanda, la queja, la trampa, la infidelidad, las
negociaciones cuando eso que elegiste ya no te cierra. Creo que si uno llega a
ese punto en donde nada tiene sentido y uno se ha perdido en una red de excusas
y quejas y demandas y mentiras, está bueno replantearse el asunto.
La vida es corta, tenemos un tiempo limitado
sobre esta tierra. Mejor hacerlo de la mejor manera posible, buscando ser la
mejor versión de nosotros mismos, siendo amables y tratando bien a los otros,
con respeto y sinceridad. Tal vez ese sea el mejor ejemplo para los hijos.
Pero bueno, por ahora voy a ponerme a diseñar
mi remerita… A ver si así, descartando lo que no quiero, aparece lo que sí!